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Los culés hemos afirmado en infinidad de ocasiones que el Real Madrid ha recibido significativas ayudas durante el régimen anterior e incluso en democracia. Y los madridistas nos han contestado tradicionalmente que nos corroe la envidia, y no las ganas de saber la verdad.

Yo siempre he creído en la existencia del contubernio merengue-franquista, pero también he pensado muchas veces que nunca ha llegado a diseccionarse en profundidad. Se ha analizado a fondo la represión contra el Barcelona, y el trato discriminatorio que recibió durante el régimen anterior. Pero no recuerdo un trabajo en paralelo del lado madridista. Se han documentado las perrerías contra el Barça, pero… ¿y las ayudas al Madrid?

Es cierto que yo no viví las épocas más crudas de la dictadura, y que muchos barcelonistas tendrán en su memoria más evidencias futbolísticas que las mías para demostrar que sí hubo favoritismo.

A finales de los setenta y principios de los ochenta, cuando empecé a tener conciencia futbolística, persistía el resentimiento por considerar que los triunfos blancos tenían siempre un respaldo gubernativo o, cuando menos, federativo. Pero en general había que referirse a indicios, no evidencias de esta confabulación. Y las denuncias al madridismo de José Plaza quedaban siempre en el limbo de la sospecha nunca confirmada.

El libro que publico y que desde hoy está a la venta, “La historia oculta del Real Madrid contada por un culé” (Temas de hoy), es el intento honesto de responder a estas dudas.

¿De qué manera se materializó la ayuda oficial al Madrid? ¿Se produjo solamente durante el franquismo, o perduró hasta bien entrada la democracia? ¿Se sustanció en decisiones arbitrales o se emplearon otros mecanismos más sutiles? ¿El fichaje de Di Stefano fue un hecho aislado o se inscribía en una estrategia más amplia para convertir al Madrid en el estandarte propagandístico del régimen? ¿Era Franco merengue en la intimidad del Pardo?

Son preguntas que siempre me he formulado y que me hubiera gustado leer en un libro. Por fortuna, he sido finalmente yo el encargado de escribirlo.

En twitter: @calestorras